México: Experta de la ONU preocupada por criminalización, detenciones arbitrarias y largas condenas a defensores indígenas
GINEBRA (8 de noviembre de 2024) – La Relatora Especial de la ONU sobre la situación de los defensores de los derechos humanos, Mary Lawlor, ha expresado hoy su preocupación por la detención arbitraria de defensores de los derechos humanos indígenas en México y la imposición de duras condenas contra ellos.
“Me alarma que numerosos defensores indígenas de los derechos humanos no sólo hayan sido criminalizados por sus actividades pacíficas y legítimas, sino que además hayan sido sometidos a penas de prisión muy largas o a detención preventiva prolongada, con la aparente intención de impedirles llevar a cabo su labor en favor de los derechos humanos”, ha manifestado Lawlor.
La Relatora Especial destacó los casos de 10 defensores indígenas condenados en procesos judiciales que, según ella, indicaban importantes violaciones del debido proceso. “Los defensores de derechos humanos parecen haber sido acusados injustamente de delitos como asesinato, en algunos casos incluso cuando no se encontraban en el lugar o zona donde se cometió el delito”, dijo.
Las condenas combinadas de nueve de los 10 defensores sumaron casi 300 años de prisión, mientras que uno de los defensores -el líder zapoteca Pablo López Alavez- lleva 14 años detenido sin sentencia. En 2017, el Grupo de Trabajo de la ONU sobre la Detención Arbitraria concluyó que la privación de libertad del Sr. López era arbitraria.
La Relatora Especial citó los siguientes casos: David Hernández Salazar, condenado a 46 años y 6 meses de prisión; Kenia Hernández Montalván, condenada a 21 años y 9 meses; Tomás Martínez Mandujano, condenado a 43 años y 9 meses; Saúl Rosales Meléndez, condenado a 20 años; Versaín Velasco García, condenado a 58 años; Agustín Pérez Velasco, Martín Pérez Domínguez, Juan Velasco Aguilar y Agustín Pérez Domínguez, condenados a 25 años cada uno.
“Estas condenas de larga duración representan el extremo de una tendencia muy preocupante de uso indebido del derecho penal contra los defensores indígenas -muchos de ellos líderes de sus comunidades-, con el aparente fin de limitar su capacidad de proteger a sus comunidades y defender los derechos humanos en general”, afirmó Lawlor.
El trabajo de los 10 defensores se centra en cuestiones que suponen una amenaza para sus comunidades, como el desarrollo, la explotación de los recursos naturales y la tierra, el efecto perjudicial del modelo económico extractivista y la delincuencia organizada.
“Por lo tanto, el impacto de su criminalización y encarcelamiento prolongado va mucho más allá del daño que sufren como individuos y repercute negativamente en sus comunidades”, afirmó Lawlor.
Aunque la Relatora Especial aplaudió la revocación de la sentencia contra David Hernández Salazar, Lawlor dijo que esto sólo demostraba que las acusaciones contra él habían sido fabricadas, “como parece ser también el caso de los otros nueve defensores indígenas de los derechos humanos”.
“Insto a las autoridades competentes a que revoquen las sentencias de Kenia Hernández Montalván, Tomás Martínez Mandujano, Saúl Rosales Meléndez, Versaín Velasco García, Agustín Pérez Velasco, Martín Pérez Domínguez, Juan Velasco Aguilar y Agustín Pérez Domínguez, y retiren los cargos contra Pablo López Alavez, y los pongan en libertad inmediatamente”, dijo Lawlor.
La Relatora Especial está en contacto con el Gobierno en relación con estas preocupaciones.
FIN
Sra. Mary Lawlor, Relatora Especial de la ONU sobre la situación de los defensores de los derechos humanos.
Mexico: UN expert concerned over criminalisation, arbitrary detention and long sentences for indigenous defenders
GENEVA (8 November 2024) – The UN Special Rapporteur on the situation of human rights defenders, Mary Lawlor, today expressed concern about the arbitrary detention of indigenous human rights defenders in Mexico and the imposition of harsh sentences against them.
“I am alarmed that numerous indigenous human rights defenders have not only been criminalised for their peaceful and legitimate activities but have also been subjected to very long prison sentences or prolonged pre-trial detention, with the apparent intention of preventing them from carrying out their human rights work,” Lawlor said.
The Special Rapporteur highlighted the cases of 10 indigenous defenders convicted in judicial proceedings she said indicated significant violations of due process. “The human rights defenders appear to have been wrongly accused of crimes such as murder, in some cases even when they were not in the place or area where the crime took place,” she said.
The combined sentences of nine of the 10 defenders totalled almost 300 years in prison, while one of the defenders – Zapotec leader Pablo López Alavez – has been detained for 14 years without a sentence. In 2017, the UN Working Group on Arbitrary Detention concluded that the defender’s deprivation of liberty was arbitrary.
The Special Rapporteur cited the following cases: David Hernández Salazar, sentenced to 46 years and 6 months in prison; Kenia Hernández Montalván, sentenced to 21 years and 9 months; Tomás Martínez Mandujano, sentenced to 43 years and 9 months; Saúl Rosales Meléndez, sentenced to 20 years; Versaín Velasco García, sentenced to 58 years; Agustín Pérez Velasco, Martín Pérez Domínguez, Juan Velasco Aguilar and Agustín Pérez Domínguez, sentenced to 25 years each.
“These long-term sentences represent the extreme end of a very worrying trend of the misuse of criminal law against indigenous defenders – many of them leaders of their communities, apparently to limit their ability to protect their communities and defend human rights in general,” Lawlor said.
The work of the 10 defenders focuses on issues that pose a threat to their communities, including development, exploitation of natural resources and land, the detrimental effect of the extractivist economic model and organised crime.
“Therefore, the impact of their criminalisation and prolonged incarceration goes far beyond the harm to them as individuals and negatively impacts their communities,” Lawlor said.
Although the Special Rapporteur welcomed the revocation of the sentence against David Hernández Salazar, Lawlor said this only showed that the accusations against him had been fabricated, “as seems to be the case for the other nine indigenous human rights defenders as well”.
“I urge the competent authorities to revoke the sentences of Kenia Hernández Montalván, Tomás Martínez Mandujano, Saúl Rosales Meléndez, Versaín Velasco García, Agustín Pérez Velasco, Martín Pérez Domínguez, Juan Velasco Aguilar and Agustín Pérez Domínguez, and drop the charges against Pablo López Alavez, and release them immediately,” Lawlor said.
The Special Rapporteur is in contact with the Government regarding these concerns.
ENDS
Ms. Mary Lawlor, UN Special Rapporteur on the situation of human rights defenders.