Desde 2022, las defensoras enfrentan criminalización y estigmatización en el contexto de las protestas en el país
He recibido noticias preocupantes sobre la criminalización y estigmatización de las personas defensoras de los derechos humanos en el Perú, en el contexto de las protestas que han tenido lugar en el país desde diciembre de 2022.
A principios de este año, me uní a otros Titulares de Mandatos de Procedimientos Especiales para compartir mis preocupaciones con el gobierno de Perú sobre el uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes en el marco de las protestas. Se recibió información de que los métodos utilizados por la fuerza pública habrían ocasionado ejecuciones extrajudiciales y detenciones supuestamente arbitrarias de manifestantes y defensores de derechos humanos; así como presunto actos de tortura y tratos crueles, inhumanos y degradantes de personas detenidas en las comisarías o bajo otro tipo de custodia. Asimismo, expresamos nuestra grave preocupación por las alegadas represalias y la supuesta estigmatización de manifestantes, periodistas y personas defensoras de derechos humanos como terroristas en respuesta a su participación o pronunciamiento respecto de las manifestaciones. Las mujeres defensoras parecen haber sido particularmente atacadas y perseguidas.
Como se indica en la versión 2022 del informe anual del Secretario General sobre Mujeres, Paz y Seguridad (S/2022/740), “[…] las mujeres defensoras de los derechos humanos han sido objeto de ataques cada vez más frecuentes que silencian su labor de incidencia y les impiden participar en la vida pública. El ascenso de actores políticos extremistas y el resurgimiento de golpes militares y cambios inconstitucionales de Gobierno han hecho más peligroso el trabajo de los defensores de derechos humanos. […] En general, las mujeres tienen muchas más probabilidades que los hombres de ser objeto de violencia sexual y de género y de ser objeto de abuso verbal, vigilancia y violencia en línea. Si bien todos los activistas son objeto de difamación, campañas de desprestigio y discursos de odio en línea y fuera de línea, los ataques en contra de las mujeres defensoras de los derechos humanos suelen tener como objeto su comportamiento personal, su conducta moral o su vida sexual”.
Desde diciembre de 2022, las mujeres defensoras peruanas han asumido un papel de liderazgo en la distribución de alimentos, la logística y el monitoreo de las violaciones de derechos humanos. Su trabajo y compromiso han sido clave para garantizar que los miembros de comunidades del territorio y de áreas remotas hayan podido ejercer su derecho a protestar. Estas mujeres son líderes indígenas, campesinas y sociales. No solo enfrentan riesgos adicionales por ser mujer, sino también por qué y quiénes representan.
Si bien el Gobierno cuenta con un mecanismo de protección multisectorial para los defensores de los derechos humanos desde 2021, sigue necesaria una política integral y medidas obligatorias para garantizar que los defensores en riesgo puedan realizar su trabajo en un entorno favorable y seguro. Mi mandato sigue disponible para colaborar con las autoridades pertinentes y brindar apoyo en este sentido.
En mi próximo informe temático, busco identificar los riesgos específicos e interseccionales que enfrentan las mujeres defensoras de los derechos humanos en entornos de conflicto, posconflicto o afectados por crisis, incluidas las barreras que enfrentan para trabajar libremente, las estrategias de protección que utilizan para mitigar el riesgo, y recomendaciones sobre cómo los actores internacionales, incluida la ONU, pueden hacer que su trabajo sea más seguro. Dado el clima actual en Perú, le agradecería su contribución a través de los cuestionarios disponibles aquí.